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Halo 2 comienza en la ciudad de El Pacto llamada Suma Caridad, con el general de los Elites encargado de custodiar el anillo Halo (el destruido por los humanos) siendo juzgado por el Consejo de los Profetas. Lo acaban condenando a morir por su fracaso en la operación militar llevada a cabo en Halo: Combat Evolved. A partir de este punto, el papel de los Elites empieza a ser cuestionado dentro del Pacto.
Este general Elite es tachado de hereje, y se le marca en el pecho con fuego.
El encargado de llevar a cabo el ritual de tortura es Tártarus, el líder de los Brutes, la última raza que se ha anexionado al Pacto:
Tártarus es el líder de los Brutes, y tiene grandes ambiciones para su raza. No está de acuerdo con el liderazgo militar de los Elites dentro del compendio de razas, y está dispuesto a hacer todo lo posible para ganar méritos de cara a los Profetas.
| Cita: |
Tártarus |
Cuando parece que el general Elite va a ser finalmente ejecutado, es llevado ante los 3 grandes Profetas: El Profeta de la Reconciliación, el Profeta del Pesar y el Profeta de la Verdad. Como se ha mencionado antes, la voluntad de estos Profetas puede pasar por encima de la del Consejo.
Los Profetas le proponen al general Elite un trato. Le proponen dejarle vivir un poco más, dándole un último honor: convertirse en El Inquisidor ("Arbiter" en inglés).
El Inquisidor es un rango que han tomado algunos pocos honorables soldados a lo largo de la sangrienta historia del Pacto. Estos soldados son mandados por los Profetas a misiones totalmente suicidas y siempre acaban pereciendo, haciendo grandes honores y asegurándose un puesto en El Gran Viaje.
Todo Inquisidor es equipado con una armadura especial y una espada de energía.
| Cita: |
El Inquisidor: |
Los 3 Profetas le dan al Inquisidor la misión de neutralizar un grupo secesionista liberado por un Elite rebelde (al que llaman Hereje) que pregona que el Gran Viaje de los Profetas no es más que una farsa.
Mientras el Inquisidor cumple su tarea, en el bando humano han ocurrido nuevos acontecimientos. El Jefe Maestro y Avery Johnson han vuelto con la flota a la estación El Cairo, muy cerca de la Tierra. Ahí son galardonados, junto con Miranda Keyes.
Miranda Keyes es la hija del Capitán Keyes, caído en combate en Halo: CE. También pertenece al cuerpo militar y es conocida por sus heroicidades al mando de la flota humana.
| Cita: |
Miranda Keyes: |
Justo en ese momento, la flota humana detecta que una pequeña flota de naves de El Pacto les ha seguido en su huída y se acerca peligrosamente a la Tierra.
Cortana vuelve a insertarse en el casco del jefe Maestro, y este último se dedica a proteger la nave. Viendo que las naves del Pacto están empezando a aterrizar en la Tierra, el Jefe intenta hacer todo lo posible para neutralizarlas.
Las fuerzas parecen estar lideradas por el Profeta del Pesar, que aterrizan cerca de New Mombasa (en África). Llegado a un punto de la contienda, la nave del Profeta se bate en retaguardia y entra en el hiperespacio en medio de la ciudad de Mombasa, provocando que ésta quede reducida a cenizas por la explosión. En el último momento, la Flota de Miranda Keyes consigue entrar en el mismo campo de hiperespacio que la nave de Pesar, de manera que les siguen a donde quiera que se estén dirigiendo.
Mientras esto ocurre, el Inquisidor ha neutralizado al líder hereje, no sin tener sus dudas al respecto de los métodos utilizados. En ese momento descubre que el líder hereje tenía en su posesión el Monitor 343-Guilty Spark que escapó de la instalación Halo antes de que ésta fuera destruida. De esta manera, parece ser que los "ideales heréticos" venían de él, cosa extraña, teniendo en cuenta que los monitores de las instalaciones Halo son considerados "Oráculos" por El Pacto, puesto que tienen información sobre los Forerunners. Cuando El Inquisidor está a punto de coger al Oráculo para llevárselo a los Profetas, Tártarus entra en escena y lo coge en su lugar, para poder así mostrar sus méritos a los Profetas.
Los humanos que siguieron a la flota comandada por el Profeta del Pesar encuentran que este les ha guiado hasta otro mundo anillo Halo (Halo Delta), y que se disponen a aterrizar en él. El conflicto es inminente y, como la vez anterior, el Jefe Maestro, Avery Johnson, Cortana y hasta Miranada Keyes desembarcan con el fin de evitar que El Pacto pueda activar la instalación.
El Jefe Maestro va directo a por el Profeta de la Verdad y lo mata a puñetazos (O_O!!!), eliminando también a su guardia personal de Elites. Una vez muerto el Profeta del Pesar, la flota del Pacto intenta neutralizar a todo coste el Jefe Maestro, de manera que arrasan por completo el lugar donde se encontraba. El Jefe Maestro se ve obligado a tirarse al lago que inunda las antiguas instalaciones de Halo Delta. Antes de que pueda hacer nada, un tentáculo gigante le coge y le arrastra, diciendo "Ésta no es tu tumba, pero eres bienvenido en ella..."
Cuando los otros dos Profetas se enteran de la muerte del Profeta del Pesar, deciden retirar a los Elites el privilegio de ser su guardia personal, y nombran a los Brutes en su lugar. Los Elites no reciben nada bien esta noticia, y a partir de este momento empieza una guerra civil dentro del Pacto, donde los Elites se separan del resto de razas y se enfrentan con los Brutes.
Aún habiendo esa situación social dentro del Pacto, el Inquisidor y Tártarus son enviados al anillo con la misión de encontrar el Índice para activar Halo Delta. El Inquisidor tiene una gran sed de venganza por lo que el Jefe Maestro (o "Demon") le hizo pasar en su derrota en el primer anillo, de manera que realiza su misión con gran coraje y consigue arrebatarle el Índice a los humanos Avery Johnson y Miranda Keyes. Sin embargo, cuando va a llevar el Índice (o Ícono) a los Profetas aparece Tártarus y le revela que los Profetas le han ordenado que le maten. El Inquisidor se intenta defender, y acaba cayendo por un agujero que le lleva al corazón de las instalaciones de Halo Delta...
En ese momento se encuentran el Jefe Maestro, el Inquisidor, el Profeta del Pesar (que no había muerto del todo) y el Monitor 2401-Penitent Tangent (el monitor de la instalación Halo Delta); todos han sido capturados por los tentáculos del Gravemind:
Gravemind, es una inteligencia Flood (un Flood en forma "Comando"), que controla a todos los Flood a su voluntad y cuyas intenciones no están nada claras. Gravemind parece conocer qué le ocurrió a los Forerunners, e intenta evitar que los hechos se repitan. También parece interesado en recopilar toda la información posible de las diferentes especies de la galaxia, infectándolas y extendiendo su control a todas ellas.
| Cita: |
Gravemind: |
El monitor 2401-Penitent Tangent ("Oráculo" según El Pacto), es el monitor de la intalación Halo Delta (no confundir con el monitor del mundo anillo del primer Halo, 343-Guilty Spark, que tenía la luz azul). Conoce todos sobre la activación de Halo.
| Cita: |
El monitor 2401-Penitent Tangent ("Oráculo" según El Pacto): || Igual que 343-Guilty Spark pero con la luz roja || |
En ese curioso encuentro, Gravemind explica a todos que Halo tiene un propósito muy claro y que lo están interpretando mal. Para evitar que Halo sea activado se necesita recuperar el Índice (o Ícono), de manera que envía al Jefe Maestro y al Inquisidor a dos posibles lugares donde puede estar. Al Jefe Maestro lo lleva a Suma Caridad, la ciudad de El Pacto donde se encuentra el Profeta de la Verdad, y al Inquisidor lo lleva al centro de activación de Halo Delta.
El Jefe Maestro intenta eliminar al Profeta de la Verdad, pero éste huye a una nave Forerunner que se encuentra en medio de la ciudad. Suma Caridad se ve de golpe invadida por los Food que han llegado en una nave, de manera que el Jefe Maestro ha sido traicionado por Gravemind.
Los Flood matan al Profeta de la Reconciliación delante de la pasividad del Profeta de la Verdad, que ahora se alza como el único y máximo líder del Pacto.
El Jefe se dirige a la nave Forerunner, pero Cortana le recuerda el peligro de que el Pacto puede activar el anillo. De esta manera, Cortana se queda sola en Suma Caridad. En el caso en que el anillo sea activado, ella detonará el In Amber Clad (la nave en que habían llegado) con el objetivo de destruir Halo, impidiendo su activación.
El Jefe Maestro se infilitra en la nave Forerunner en la que el Profeta de la Verdad se dirigie a la Tierra y... --
Mientras tanto, el Inquisidor intenta detener a Tártarus, que tiene el Índice (Ícono) en su posesión e intenta activar Halo. Debido a la necesidad de contar con aliados, y a que los Profetas le han traicionado, se une a Avery Johnson, y juntos se dirigen a acabar con el líder de los Brutes.
Cuando el Inquisidor encuentra a Tártarus intenta hacerle ver que El Gran Viaje de los Profetas es una gran farsa, y que todas las razas han sido traicionadas por las infundadas creencias de sus líderes religiosos. Sin embargo, Tártarus no cuestiona los dogmas y sigue cegado con apartar definitivamente a los Elites de el Pacto. El Inquisidor mata a Tártarus y Miranda Keyes consigue evitar la activación de Halo Delta en el último momento.
Sin embargo, Johnson, Miranda y el Inquisidor descubren que hay más mundos anillos a lo largo del universo, y el monitor 2401-Penitent Tangent les explica que, debido al inesperado aborto de la activación de Halo Delta, el resto de los anillos han quedado preparados para una activación remota desde "El Arca". El Inquisidor pregunta al monitor (u "Oráculo") dónde se encuentra El Arca y el otro responde... --
Desde una nave Forerunner, el Jefe Maestro informa a una nave humana que está dispuesto a acabar la lucha.
En la última cutscene de Halo 2 vemos la destrozada ciudad de Suma Caridad. Totalmente infectada por los Flood, la voz de Gravemind suena por los oscuros pasillos. Gravemind encuentra a Cortana y dice "El silencio llena la tumba vacía, ahora que me he ido. Pero mi mente no puede descansar, aún quedan preguntas por hacer. Yo preguntaré y tú responderás..."
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